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GREMIALES EVALUAN LA COMPRA CONJUNTA DE EQUIPOS POR US$ 1 MILLON

Unos 1700 productores lecheros de la zona este del departamento, entre Ruta 45 y Santa Lucía, deberán ejecutar acciones de tratamiento de efluentes en el marco de de los Planes de Uso y Manejo de Suelos que el MGAP impulsa en la zona para mitigar la erosión generada por la producción lechera.

La directora de RENARE, Mariana Hill, informó a los productores sobre las acciones a tomar alrededor de 50 personas, entre productores y técnicos, se dieron cita el pasado jueves en la sede de la Sociedad de Productores de Leche de Rodríguez, en una instancia organizada por esta gremial, la Asociación de Productores Lecheros (APL) y la Sociedad de Fomento Rural La Casilla (Flores) en conjunto con la Dirección General de Recursos Naturales (RENARE) del MGAP.
En dicha oportunidad, la responsable del área, la Ing.Agr. Mariana Hill, informó sobre la fase piloto de los Planes de Uso y Manejo de Suelos para la producción lechera que se implementarán en la zona, tendiente a mitigar las consecuencias de la erosión de los suelos causada por la producción agropecuaria; principalmente en la cuenca del río Santa Lucía. En diálogo con Primera Hora, el secretario de la Sociedad de Productores de Leche de Rodríguez, Rafael Diringuer, destacó la importancia de la iniciativa, ya que está previsto que se abarque con esta acción a unos 1700 establecimientos de esa área de nuestro departamento; de los cuales alrededor de 300 productores integrarán la fase piloto de la misma. “Es un tema que en San José nos toca bastante porque son los establecimientos que están entre la Ruta 45 y el Río Santa Lucía los que están directamente afectados. Algunos se van a tomar como piloto para tratar de ir implantando algunas metodologías para llevar adelante controles en cuanto al tema de los efluentes y luego hacerles un seguimiento. La idea es ir viendo en el propio campo como pueden realmente armonizarse las acciones. Los productores agropecuarios somos concientes de que contaminamos, pero a la vez si dejamos de “contaminar” con las vacas, no producimos leche, y si eso pasa posiblemente la economía del país se resienta y caiga una gran cantidad de gente directa e indirectamente relacionada con la producción lechera. Es algo que tenemos que armonizar porque obviamente el hombre desde que está en la faz de la tierra está contaminando”; señaló.

Innovar. Diringuer reconoció que la fase piloto servirá para ir determinando las acciones futuras a tomar ya que aún no hay definida una estrategia para el tema, más allá de que algunos productores ya están comenzando a implementar un sistema de doble pileta de decantación para tratar los efluentes de sus establecimientos.
“No está determinado cual es la metodología más adecuada para mitigar los efectos. Sí sabemos que hay algunas muy caras que de aplicarse hacen inviable la producción lechera, por lo cual se busca innovar con las medidas. A modo piloto, la mayoría de las personas están haciendo un sistema de doble pileta de decantación, con dos o tres piletas en donde los efluentes van decantando y una última en donde el agua va saliendo bastante libre de sólidos y sin mayores problemas. El tema con esto es que de repente eso va directo a una cañada, por eso hay que buscarle alguna solución al tema”; explicó el productor.

Analizarán comprar equipos especiales por US$ 1:

Una de las alternativas que se maneja implementar es la adquisición de unos equipos especiales procedentes de Canadá, con una inversión de US$ 250 mil por cada uno. La propuesta fue planteada por el gerente técnico del Instituto Nacional de la Leche (INALE), Ing.Agr. Gabriel Giudice, y sería solventada a través del Fondo de Financiamiento de la Actividad Lechera (FFAL) administrado por los ministerios de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y Economía y Finanzas (MEF).
“El FFAL tiene un sobrante de US$ 1 millón para los pequeños tamberos, para tratar de solucionar el problema de los efluentes en los tambos. Hay un planteo a discutir aún con los productores, que son los dueños del dinero, que es comprar unos grandes equipos estiercoleros que pueden vaciar cada tantos años las piletas de decantación y verter los sólidos en el campo usándolos como fertilizante. Es una idea a analizar porque los equipos son costosos, cada uno vale US$ 250 mil y la idea sería comprar cuatro que se gestionarían en conjunto entre las gremiales agropecuarias priorizando su uso a los pequeños productores”; detalló Diringuer.
Cada uno de estos equipos está conformado por un tractor de 200 HP y otro de 150 HP, un tanque de 20 mil litros, bombas para sacar sólidos y otras para tratar el líquido sobrenadante (bosta).

Juan Pedro Hernández, Primera Hora