La actividad tendrá lugar en la sede del Club Campana de Libertad, desde la hora 14, y abordará aspectos referidos los derechos y deberes de quienes ejercen esta actividad, así como también se informará sobre los trámites inherentes a la regularización de la misma.

“Estamos haciendo un trabajo en conjunto que apunta al fortalecimiento de los grupos de pescadores artesanales, en el entendido de fortalecerlos para que puedan interactuar con el mundo exterior y así empezar a pensar en esta actividad como un rubro viable y sustentable. Muchas veces, y en San José se da mucho, las colonias de pescadores artesanales están bastante aisladas y muchas veces no tienen las capacidades suficientes como para relacionarse de buena manera con el mundo de las oficinas; lo que no es fácil, por eso la idea de este taller es que se puedan desenvolver mejor en ese sentido”; informó a Primera Hora el Jefe de la Unidad de Pesca Artesanal de la DINARA

Pablo Puig.
El jerarca señaló que el sector necesita ser reorganizado para que los trabajadores puedan formalizar su labor. “La idea es explicarles como funciona el sistema y facilitarles al máximo lo que necesiten para poder llevar adelante de una forma ordenada y prolija la actividad de la que viven

Por eso este taller, porque una de las cosas que tenemos que hacer los organismos del Estado es acercarnos a donde se desarrolla esta actividad, porque a veces nos cuesta entender que haya pescadores en Voulminot o Colonia Wilson a los que les resulta difícil cumplir con lo que hoy pide el Estado para desarrollar esa actividad”; acotó.

Informalidad. Puig reconoció que la pesca artesanal es un rubro muy cambiante y con un alto grado de informalidad, lo que hace que los trabajadores no cuenten con los correspondientes beneficios que les aseguren una mejor calidad de vida.

“Si bien hoy el pescado se está pagando bien, así está pasando -por ejemplo- con los pescados de agua dulce y en San José hay una buena parte del año donde se pesca sábalo y boga, hay que trabajar mucho en el tema de la organización.

Vemos que es una actividad que se caracteriza, sobre todo en San José y otros departamentos, por un alto grado de informalidad. La idea es tratar de regularizar un poco la situación de los trabajadores y de darles las armas como para que puedan mantener esa regularización, es decir, que puedan mantener los permisos que necesitan. Queremos ayudarlos para que hagan los trámites necesarios, para que puedan aportar -ya sea como monotributistas- y así tengan un mínimo de cobertura social”; indicó Puig.

Una industria de 700 personas

Según los datos de la la Unidad de Pesca Artesanal de la DINARA, en San José hay expedidos unos 100 permisos de pesca artesanal y se estima que del rubro subsisten unas 700 personas.

“Actualmente para la costa de San José tenemos unos 100 permisos de pesca asignados. Cada barca tiene un promedio de dos a tres tripulantes, y después está todo lo que es el trabajo en tierra con el aprontado de la barca, el lavado, el desenmallado cuando hay pesca; por lo que estimamos que debe haber en el entorno de las 700 personas que viven o tienen una parte importante de sustento en esta actividad.

De todas maneras, el número varía mucho dependiendo de como estén otras actividades de alrededor, ya que, por ejemplo, cuando se dan momentos en donde la construcción o la industria andan bien, el número de pescadores baja un poco”; explicó Puig.

Fuente: Primera Hora, Juan Pedro Hernández