Get Adobe Flash player

Congreso 98

La Federación desde su nacimiento se convierte en el brazo político del ruralismo y a lo largo de su historia siempre jugó un papel protagónico en los distintos momentos que le tocó vivir a la república.

El congreso de la Federación Rural se llevó a cabo en Artigas, en un marco muy especial, ya que la federación cumple 100 años de vida y celebraba el 98º congreso.

A este hecho por demás importante había anunciado su presencia el presidente de la República Dr. Tabaré Vázquez. La Federación desde su nacimiento se convierte en el brazo político del ruralismo y a lo largo de su historia siempre jugó un papel protagónico en los distintos momentos que le tocó vivir a la república. Eso la llevó no solamente a tener duros enfrentamientos como también apoyar a los gobiernos de turno según su forma de pensar. Como toda institución tuvo momentos de gloria como de los otros; tanto en el acierto como en el error, siempre hizo sentir su voz.

En este caso en particular el Dr. Vázquez en su primera administración no solamente no concurrió a ningún congreso sino que prácticamente le cedió el diálogo con los rurales a su ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, el señor José Mujica.

La presencia de Vázquez es importante no solamente por el hecho ser presidente, que ya es mucho, sino por acercarse más en un departamento que había perdido la intendencia y que la ex intendente Ayala alegaba su no presencia en El Chiflero (lugar donde se realizó el congreso) por tener, según ella, un pasado de torturas.

Como contraparte de esta situación, el presidente había adelantado su presencia con bastante antelación, como también había mandado señales amigables hacia el campo en distintas reuniones mantenidas con diferentes gremios, caso Aru, Caf y la propia Federación.

El diagnóstico de que el momento es otro y que la bonanza había acabado era por todos sabido.

Si pudiese existir la posibilidad de alguna situación tensa, la llegada tempranera de Vázquez, 14.30, dejaba claro que no venía ni a abrir ni a cerrar el congreso, ya que el momento y la hora lo demostraban.

Además confirmó el compromiso de arreglar la ruta 30, cosa que ya se había comprometido en su gira pre electoral.

Fue como fumar "la pipa de la paz" entre una administración "nueva" y un gremio generalmente contestatario.

No mucho más para un congreso que se llevó adelante en un muy lindo lugar del país como es Artigas, el cual siempre es bueno volver por ser un departamento con personalidad, porque quizás la propia distancia que tiene con la capital les permite ser más ellos.

Horacio Jaume/TodoElCampo (Fotografía de La República).