Fuente: Primera Hora. La ayuda financiera a los apicultores genera discrepancias
La línea de crédito es impulsada por la Junta Nacional de la Granja (JUNAGRA) y prevé apoyar económicamente -con $450 por colmena- a los apicultores familiares afectados por la secuencia de episodios climáticos adversos. Con recursos del Fondo de Fomento de la Granja (FFG) se promueven créditos subsidiados de hasta $ 450 por colmena.

El reclamo de los apicultores se dan en el marco de un panorama crítico para el rubro, teniendo en cuenta el impacto que viene sufriendo el mismo por las inclemencias del tiempo y los bajos precios registrados en el mercado internacional.

En ese sentido, el apicultor libertense José Luis Maya, directivo de la Sociedad Apícola Uruguaya (SAU), aseguró a Primera Hora que el apoyo promovido por la Cartera a tales efectos llegó tarde. “Desde diciembre pasado venimos anunciando la problemática que hay en el sector, primero por la nefasta primavera que tuvieron los apicultores del norte del país, la que luego se extendió al sur con el desastre de agua que hubo en los primeros meses de este año. Sin embargo los créditos llegan ahora, cuando la pérdida de colmenas ya tiene cinco meses”; señaló, A ello, Maya suma que la medida finalmente beneficiará a pocos apicultores.

“De 1433 productores familiares que se anotaron quedaron cerca de 700, porque se empezaron a pedir otros requerimientos. Ello llevó a errores en la clasificación, y tras el reclamo de productores que cumplían los requisitos, se presentó otra lista de beneficiarios que agregó a 50 apicultores más. O sea, que de los más de 3000 apicultores que hay en Uruguay, solo se asistirá a unos 750. No solo que la ayuda no va a llegar a la mayoría de los productores, tampoco lo hará a gran parte de las colmenas porque hoy se habla de 600 mil colmenas en el país y con este proyecto capaz que se logra asistir a unas 180 mil”; estimó el productor josefino.

Mal distribuido. Maya advirtió además sobre la mala distribución que también se ha constatado con esta herramienta, la que catalogó de “injusta”, denunciando que hay productores que tienen a la apicultura como una actividad complementaria pero que están recibiendo este apoyo.

Ni para los chicles. Maya reconoció que este año la producción apícola tendrá sus números en rojo, al punto que prácticamente no le permitirá cubrir al productor los gastos propios de la tarea; como los traslados, la reparación de colmenas, y demás.
“Hoy tenemos un precio de la miel que se nos vino abajo más de la mitad del valor que tuvimos en 2015. Producir un kilo de miel nos cuesta unos US$ 2 pero la miel se está vendiendo entre US$ 1.10 y US$ 1.40; por lo que hoy somos un sector sin rentabilidad”; señaló...