Sigue preocupando el bajo precio de las haciendas, que se entiende resulta un claro desestímulo para los productores y los criadores en particular. La situación motivará una acción conjunta de la Asociación Rural del Uruguay (ARU) y Federación Rural (FR), que solicitarán una entrevista a la dirigencia de la industria frigorífica para tratar el tema, reveló a El Observador el presidente de la ARU, Rubén Echeverría.

El dirigente opinó que esta coyuntura de precios, que se está prolongando desde hace varios meses, está desestimulando a los productores que no alcanzan una adecuada rentabilidad en sus explotaciones, la que en muchos casos es negativa.

“Existe el temor de que pueda tener una incidencia futura que afecte especialmente a los productores criadores en momentos en que se procura el nacimiento de tres millones de terneros. Esos productores trabajan en campos de menor índice de Coneat, están ubicados en el norte, afectados por el Impuesto al Patrimonio, por lo que los números por los diversos factores mencionados pueden cambiar en forma negativa y no resultar un incentivo”, indicó.
En la dirigencia gremial se entiende que debería existir un equilibrio de precios “en estos momentos y nos parece que la industria tiene en el productor el mejor socio, de la misma manera que para el productor la industria es el mejor socio”, afirmó Echeverría.

El titular de ARU confió en que se puede tener una buena gestión en la reunión con la industria frigorífica, “manejar nuestros argumentos y escuchar la posición de ellos. Tenemos que dialogar y que conozcan realmente cuál es nuestra inquietud, que la trasmitiremos en representación de muchos productores ubicados en todo el país”.

Explicó que hay que dialogar necesariamente no solo por los precios en general de los vacunos, sino además por los bajos precios de la categoría de vacas, donde en estos momentos los productores del norte que tienen los campos naturales, que pueden hacer caja con las vacas falladas, tienen que vender a valores que no son los adecuados”.

En función de esta situación es que se entiende que debe existir un equilibrio. “Consideramos que para ello la participación del productor en el valor de la hacienda que mide el Novillo Tipo de INAC debería ser del 75%. Es cierto también que cuando ese porcentaje era de un 80% a la industria le representó un mal momento económico, lo que nos enteramos ahora, pero resulta que ahora el productor está recibiendo un 69%. Ese porcentaje al ganadero le significa un mal momento de rentabilidad”, aseguró Echeverría.

El presidente de la ARU consideró, finalmente, “que es bueno apostar a una industria fuerte, que a diferencia de otras épocas asegura el pago del ganado, pero también el frigorífico necesita de productores fuertes que tengan rentabilidad para seguir invirtiendo en el mejoramiento de sus campos, de genética y nutrición, entre otros factores clave de sus explotaciones”.

Varios meses

Desde fines de 2013 la baja de precios en el mercado del ganado gordo se refleja en el de la reposición, sobre todo en las categorías novillos de dos a tres años, novillos de más de tres años y vacas de invernada. Desde entonces esas categorías sufrieron bajas de precios que se ubicaron, según un análisis estadístico de El Observador Agropecuario en 6% para los novillos y 15% para las vacas de invernada. También ha sobresalido la dificultad para comercializar vacas gordas

Fuente: El Observador